La filosofía Kodo concibe a la creación del vehículo, como algo más que la simple disposición de engranajes y estructuras mecánicas. Algo que se refleja de manera transparente en cada detalle de los vehículos Mazda.
Se trata de un auténtico proceso artesanal, impregnado de la mística poderosa del trabajo manual. Cada modelo representa la dedicación, lo atemporal y lo genuino. De todos esos sentires y procesos nacen piezas únicas de arte.
“(...) Autos que encarnan la belleza dinámica de la vida. Vehículos que visualmente sugieren diferentes expresiones de esta energía. En Japón, sentimos que los artesanos inyectan vida en lo que hacen, por lo que los objetos que reciben el amor y la atención de estos artesanos tienen una fuerza vital; un alma.”
Para modelos como el CX-3, el CX-30 y el Mazda 3, los diseñadores se enfocaron en eliminar los elementos redundantes. Despejando así el cuerpo del vehículo y dándole espacio a la luz y los reflejos creadores de transformaciones dramáticas que nacen a medida que el auto se mueve.
El juego de luces y sombras es una de las características por excelencia del diseño Kodo, que se deja ver a través de su exterior una figura en movimiento.
Utilizando la belleza de la luz como lienzo, estos modelos generan sensaciones a través de sus contornos que capturan el movimiento. La luz danza sobre el cuerpo del vehículo en delicada armonía, reflejando así cada paisaje y cada sensación. Y dibuja sobre cada vehículo figuras al paso, generando dinamismo y versatilidad en cada movimiento.
El encanto entra por los ojos. Luego, es tarea de los demás sentidos decidir aceptar o no lo apreciado. Ver es lo que ocurre cuando tiene éxito la acción de mirar y eso es lo que sucede cada vez que una persona se topa con un modelo Mazda. La fascinación es un acto casi inevitable.
Ningún detalle es demasiado pequeño cuando se trata de mejorar la conducción. Por eso Mazda, busca fomentar un vínculo entre el auto y el conductor como una tarea que va más allá de la dinámica de conducción.
Los maestros Takumi de Mazda depositan toda su pasión en la realización de cada pieza modelada de los vehículos. Solo las manos de un artesano pueden transmitir verdadera alma a su creación. El diseño Kodo -filosofía por la que se guía Mazda- transmite vida y personalidad a cada auto.
Son las manos artesanas aquellas capaces de trabajar los mejores materiales para los vehículos Mazda que no sólo generan mayor comodidad, sino que además hacen del vehículo, un espacio acogedor. Como por ejemplo, los tapizados y volantes cubiertos de cuero que irradian elegancia y ofrecen una impronta única a los modelos Mazda 3, Mazda CX-9, entre otros y los asientos de material premium del CX-5.
El concepto de la belleza de espacios vacíos que propone el diseño Kodo se aplica también a las tecnologías de las que se componen los modelos Mazda. Al ingresar, por ejemplo, a la cabina del Mazda 3 y del CX-9 se genera una sensación de libertad con control. Esto gracias al sistema de audio premium Bose.
En la nueva generación de ambos vehículos, su diseño está pensado para aislar al conductor y pasajeros del molesto ruido exterior, sin evitar que lleguen al conductor los sonidos fundamentales que componen alertas de la carretera.
Cuando se enciende el sonido Bose, la música envuelve la cabina cobrando vida. Esto se genera gracias a que los sonidos graves tienen más espacio para expandirse y reflejarse en las superficies. Menos ruidos innecesarios, más sonido atrapante.
Un diseño y una filosofía fuertemente marcados en cada vehículo. Una manera de entender y crear genuinas obras de arte capaces de representar fluidez, naturalidad, energía y vida propia.