Biocombustibles, una de las soluciones más prometedoras, juegan un papel clave en el compromiso de Mazda con la sostenibilidad. La compañía ha adoptado un enfoque flexible para reducir las emisiones en la industria automotriz, reconociendo que no existe una única solución para alcanzar la movilidad sostenible.
Las diferentes realidades de cada región requieren alternativas diversas, y estos combustibles ofrecen una opción ecológica y viable para los vehículos de combustión interna que aún predominan en las carreteras.
Son combustibles producidos a partir de recursos renovables como plantas y residuos orgánicos. A diferencia de los combustibles fósiles, estos emiten menos CO2 al quemarse, lo que los convierte en una opción más sostenible.
Estos combustibles pueden utilizarse en motores tradicionales con pocas modificaciones, lo que facilita su adopción masiva.
Mazda entiende que la electrificación tiene un gran potencial para reducir las emisiones, especialmente en regiones con acceso a energía renovable. Sin embargo, reconoce que los motores de combustión interna más eficientes y los biocombustibles son una solución crucial en áreas donde la infraestructura eléctrica es limitada.
Además, modelos como la Mazda CX-30 incorporan lo último en seguridad activa, conectividad y eficiencia de combustible, combinando tecnología de vanguardia con un compromiso por la conducción segura.
Mazda ha lanzado su iniciativa Sostenibilidad Zoom-Zoom 2030 con el objetivo de lograr cero emisiones en todas las áreas para 2050. Para 2030, se espera que un cuarto de sus vehículos sea totalmente eléctrico, mientras que el resto tendrán algún grado de electrificación.
Mazda también está desarrollando tecnologías innovadoras como:
Skyactiv Multi-Solution Scalable Architecture: esta plataforma soportará nuevos modelos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos entre 2022 y 2025.
Skyactiv EV Scalable Architecture: dedicada a vehículos eléctricos de diferentes tamaños y tipos, planeada entre 2025 y 2030.
Con más de 1.4 mil millones de vehículos de combustión interna en las carreteras, ofrecen una solución inmediata para reducir las emisiones. Mazda ha trabajado en la investigación de biocombustibles derivados de microalgas, que no compiten con cultivos alimentarios y tienen un gran potencial de crecimiento.
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A pesar de sus ventajas, enfrentan desafíos como los costos de producción y la infraestructura limitada. Mazda está comprometida con superar estos obstáculos, participando activamente en la eFuel Alliance y apoyando la investigación de estos combustibles sin carbono.
Mazda ha adoptado un enfoque flexible y realista hacia la movilidad sostenible, combinando la electrificación con biocombustibles y motores más eficientes. A través de su iniciativa Sostenibilidad Zoom-Zoom 2030, la marca se compromete a reducir las emisiones globales y a ofrecer soluciones que se adapten a las necesidades actuales. Con el desarrollo de combustibles sin carbono y otras tecnologías ecológicas, Mazda sigue liderando el camino hacia un futuro más verde.